Estrés y Ansiedad

Una sensación abrumadora, como ahogarse en la desesperación.

Biológicamente

El estrés y la ansiedad sirven para la supervivencia de la especie humana, pero en los tiempos modernos, conduce a la desaparición de nuestros sueños, aspiraciones y felicidad.

LA ANSIEDAD, UN MAL DE NUESTROS TIEMPOS

Lic. Fernando Nagao

En la prehistoria, cuando el hombre se enfrentaba a las situaciones que lo ponían en peligro de muerte, como lo eran las fieras existentes en ese entonces, las tormentas y los truenos y todo lo que no tenía una explicación para él, le hacía presentar una reacción automática e instintiva de fuga o de lucha como una forma de protección que le permitía afrontar las condiciones tan precarias de vida en las que se desenvolvía. Gracias a esta reacción de fuga o lucha es que la especie humana ha logrado la supervivencia y la evolución, hasta llegar a ser un ente civilizado y poseedor de una cultura.

 

En la actualidad podemos considerar como una condición normal el que todas las personas podamos, en algún momento dado, sentirnos nerviosos, con ansiedad o algún grado de temor, ya que estas son reacciones normales y útiles ante las situaciones que percibimos como amenazantes, la ansiedad, como al hombre de la prehistoria, nos ayuda a permanecer alerta y a afrontar de una manera segura los “peligros” del mundo en el que vivimos. Desafortunadamente, el sistema de reacción que activa la condición de fuga o lucha puede fallar y reaccionar exageradamente, incluso ante situaciones que no son amenazantes para la persona o que no representan un peligro real.

 

Las personas con este trastorno pueden presentar temblores, nerviosismo, dolor de espalda y hombros, dolor de cabeza, opresión torácica, irritabilidad, insomnio, fatiga, sequedad de boca, sudoración, taquicardia, alteraciones de la frecuencia urinaria, alteraciones de la deglución, palpitaciones, náuseas, diarrea o estreñimiento. El tratamiento de los trastornos de ansiedad puede ser farmacológico, para restablecer los niveles de serotonina y favorecer así la remisión de los síntomas ansiosos, pero estudios realizados en neurociencias apuntan a que la terapéutica ideal para los trastornos ansiosos es la combinación de ansiolíticos y la terapia psicológica, ya que esta última le da a la persona las herramientas emocionales necesarias para un mejor afrontamiento en su vida diaria.

 

Es de suma importancia que considere que el padecer de ansiedad no es cuestión de debilidad, el trastorno de ansiedad es tan frecuente que el 12% de la población lo sufre en diferente grado de afectación. Algo que lo ayudará a disminuir los síntomas, es hacer ejercicio al menos 45 minutos diarios como correr o trotar, dormir 7 u 8 horas diarias, una dieta balanceada, no ingerir alcohol u otras drogas, practicar ejercicios de relajación, documentarse más detalladamente en qué consisten y como es la naturaleza de los trastornos de ansiedad, implementar un programa para el manejo del estrés y practicar y mantener una actitud positiva.

No eliges sentirte de la manera en que te sientes, sino que eliges mejorar.

No permitas que la ansiedad te siga toda tu vida.

Mas de 30 Años de Experencia

El Psicólogo Fernando Nagao, ha trabajado mas de 30 años, lo cuál le da la experiencia necesaria para poder ayudarle a cumplir las metas que usted quiera realizar.

Trabaja en tu Éxito

No estas Solo

La terapia psicológica es un método científicamente comprobado para superar problemas que a veces se vuelven tan grandes para nosotros que no sabemos cómo resolverlos. Nuestras emociones, nuestras relaciones y nuestros problemas son complejos, pero con la ayuda de un profesional podrás trabajar y dominar las áreas de dificultad.

TERAPIA INDIVIDUAL

Afortunadamente en el presente muchas personas saben, conocen, valoran y han probado la utilidad y eficacia de la terapia psicológica en cualesquiera de sus formatos, pero la terapia más difícil de iniciar es la terapia individual y esto se debe a que solo la persona que lo necesita, lo sabe, solo ella sabe lo necesario que es el buscar ayuda, pero esta individualidad sirve también para postergarlo, para darle largas al asunto, porque nadie lo está presionando. Afortunadamente tarde que temprano la persona terminará acudiendo a buscar ayuda y ese día se dará cuenta del alivio que se tiene al hacerlo, de la tranquilidad que da el acudir con un profesional de la salud mental y sobre todo y lo más importante, darse cuenta que tan fácil es comenzar a ser feliz. Algunos de los mitos que ayudan a tardar en buscar ayuda son, por ejemplo: la idea de que nadie va a resolver tus problemas, nadie tiene porque enterarse de tus cosas y además “la ropa sucia se lava en casa” y no hay nada más erróneo que hacer caso de tales ideas. No lo pospongas, si estas teniendo dudas, si te estas sintiendo cansado, confundido, desanimado, frustrado, si cada día te irritas más fácilmente, recuerda que tienes la capacidad para tomar las riendas de nuevo y volver a darle un sentido a tu vida.

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